La desafortunada vida de una prostituta

La desafortunada vida de una prostituta

No hay trabajo más ingrato que el de la prostituta. Ella se enfrenta a una lucha día a día, para sobrevivir y soportar el peso de las injustas miradas de los demás. La compañía de otras prostitutas es uno de los pocos alicientes en su vida, un espacio aislado del juicio de los demás.
La triste realidad de las calles es el escenario elegido. Por todos lados, ella ve acoso, violencia y abuso. Los últimos escasos céntimos que recibe por su trabajo le proporcionan el sustento necesario para sobrevivir a su desafortunada vida. En una situación como esta, la única motivación es salir adelante, a pesar de la dificultad.
Sin embargo, a veces, la desesperación les impide ver la luz al final del túnel. Cada día se le hace aún más difícil sobrellevar el peso de la incomprensión de los demás. Ella ya ha resignado la lucha ante noches oscuras de escasos recursos.
A pesar de que la prostituta tiene muchos enemigos que tratan de destruirla, también cuenta con la ayuda de su comunidad.  anuncios eróticos  que, a pesar de no tener nada, se desviven por la prostituta para que no carezca de alimento, abrigo o amor. Ellos tratan de salir adelante a sus anchas, con el objetivo de devolverle un poco de la dignidad perdida.
No faltan tampoco aquellos que tratan de apoyarla. Para algunas, es el único escape de su oscura realidad. Otros, a pesar del dolor, deciden invertir su tiempo y esfuerzo para acompañar a la prostituta y ayudarla.
Existen quienes tienen el tesón de investigar y debatir el tema, esperando que los cambios signifiquen un futuro mejor para todos. Estas personas intentan abrir las conciencias de los demás y de aquellos que podrían estar mejor, pero tienen suficiente vida para conocer los horrores de la prostitución.
Hay quienes defienden con pasión esta causa y hacen lo posible para que la prostituta reciba apoyo y amor. Estas personas luchan con tenacidad para que la prostituta consiga un poco de esperanza y suficiente fuerza como para seguir adelante en su desafortunada vida.